Breve semblanza
Nació en Milhaud, Francia, el 17 de diciembre de 1859 y fue bautizado al día siguiente con el nombre de Benedicto Félix. Sus padres fueron Benedicto Rougier y Ma. Luisa Olanier.
Cuando Félix estudiaba la Preparatoria, Mons. Elloy visitó el Seminario para invitar a los jóvenes, que lo escuchaban, a suplirlo en su labor misionera en las apartadas regiones de Oceanía. Ante la pregunta: ¿Hay entre ustedes alguno que quiera acompañarme a las misiones?, Félix respondió con voz firme y decidida: “Yo quiero Monseñor”. A los 19 años decide entrar en la Congregación de la Sociedad de María, para hacerse misionero; fue ordenado sacerdote el 24 de septiembre de 1887.
En julio de 1895, fue enviado a Colombia como superior de una nueva fundación en Ibagué, en donde desarrollo una asombrosa actividad misionera en favor de sacerdotes, religiosas, seminaristas, jóvenes, niños, pobres,… todos recibieron del P. Félix la orientación certera, la palabra fecunda y la ayuda eficaz que necesitaban.
Debido a la guerra civil, en Colombia, fue enviado a México en febrero de 1902; lo nombraron Párroco de la colonia francesa en México, haciéndose cargo del templo del Colegio de Niñas en el centro de la ciudad; al año siguiente tuvo la gracia de conocer a la Sra. Ma. Concepción Cabrera de Armida, quien le transmitió la riqueza de la espiritualidad de la Cruz y lo entusiasmó por las Obras de la Cruz, de manera particular por la fundación de los Misioneros del Espíritu Santo.
En 1904 viajó a Francia para informar y pedir el consentimiento de sus superiores; ellos le ordenaron interrumpir toda relación con la Sra. Armida. Durante el tiempo que duró lo que él llamaba su destierro, Dios lo hizo amar más la Obra que quería emprender, templar su voluntad y ejercitar la paciencia.
Diez años después, regresa a México con la bendición de sus superiores, para fundar la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo, el 25 de diciembre de 1914. Fue nombrado superior y maestro de novicios del nuevo Instituto, aún sin poder formar parte de él. El P. Félix, a pesar de la persecución religiosa y de la penuria en que vivían, se dedicó a buscar y formar las nuevas vocaciones para su Congregación. La escasez de sacerdotes en México le hizo pensar en una Congregación dedicada a promover vocaciones sacerdotales y a pedir para ellas gracias de santificación y perseverancia.
En 1920 conoció a la Srita. Ana María Gómez quien dirigía una escuela llamada “Betania”, en su primera visita exclamó: “La Betania es un semillero de vocaciones” y poco tiempo después le propone a la Srita. Ana María fundar una Congregación que tenga como fin “La preparación de los sacerdotes del mañana, los futuros Misioneros del Espíritu Santo. San Luis Potosí, tierra bendecida por Dios, donde nacieron las Obras de la Cruz, fue el lugar señalado por la Providencia para que surgiera, el 12 de enero de 1924, la Congregación de las Hijas del Espíritu Santo.
La fecundidad espiritual del P. Félix, fue más allá de lo que pudo haberse imaginado, pues además de trabajar intensamente a favor de las Obras de la Cruz, fue el fundador de tres congregaciones religiosas femeninas:
Las Hijas del Espíritu Santo
Las Misioneras Guadalupanas del Esp. Sto.
Las Oblatas de Jesús Sacerdote
El P. Félix vivió constantemente bajo la mirada de Dios y recomendaba siempre lo que él llamaba “atención amorosa”. María lo acompañó a lo largo de su vida, su amor a ella lo llevó a dejar como herencia a sus hijos e hijas la siguiente jaculatoria:
“Con Ella todo, sin Ella nada”, que fueron las últimas palabras que pronunció sobre la tierra.
Murió santamente el 10 de enero de 1938 pasó de este mundo a los brazos del Padre.
1859
Nace en Meilhaud, Auvernia, Francia; Diócesis de Clemnt-Ferrand
Es bautizado con el nombre de Benedicto – Félix. En la Parroquia de Meilhaud
1868
Inicia sus estudios en el Colegio de los Hermanos del Sagrado Corazón, en Saint-Germanin-Lermbron, Auvernia
1869
Hace su Primera Comunión, en la Parroquia de Meilhaud
1872
Junto con sus padres, se va a vivir a Les Iles, Auvernia
1874
Inicia sus estudios en el Colegio – Seminario de “Le Puy”
1878
Entra en el noviciado de los Padres Maristas en Sainet-Foi-les Lyon
1879
24 septiembre: Primera Profesión en la Sociedad de María. Inicia sus estudios de filosofía
1882
17 marzo: Encuentro con el Siervo de Dios Don Bosco
1883
2 febrero: Profesión perpetua en la Sociedad de María
1884
Inicia los estudios de Teología en el Seminario Marista de Barcelona
1887
24 septiembre: Recibe la ordenación sacerdotal, en León, Francia
Profesor de Sagradas Escrituras en el Seminario Marista de Barcelona
1895
12 julio: recibe el envío a Neiva, Colombia
1899
12 abril: Muere santamente su madre, en Francia
1901
10 febrero: Deja Colombia a causa de la guerra civil
1902
Recibe el nombramiento de Párroco de la Parroquia Francesa, en México
1903
4 febrero: Se encuentra con Concepción Cabrera de Armida
1904
15 julio: Viaje a Europa para hablar de los Religiosos de la Cruz, con sus Superiores
1914
- 17 enero: El P. Jean Raffin, Superior General de la Sociedad de María, concede un permiso, por dos años, al P. Félix para fundar a los Misioneros del Espíritu Santo
- 25 diciembre: Fundación de los Misioneros del Espíritu Santo
1924
Las hijas del espíritu santo
1925
- 11 junio: Muere santamente su papá
- 28 diciembre: Se hace cargo del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios
1926
9 febrero: Recibe el indulto de la Santa Sede que le concede el permiso de pasar definitivamente a la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo
1930
Las Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo
1932
Primer Capítulo General. Electo Superior General por unanimidad
1937
Las Oblatas de Jesús Sacerdote
1938
10 enero. Muere el P. Félix de Jesús Rougier
2000
1º junio: El Papa Juan Pablo II lo declara “Venerable”
Oración de intercesión
Si los santos están vivos, rezando y cuidando de nosotros, ¿por qué no pedirles ayuda? La Iglesia ha beatificado y canonizado a una gran cantidad de hombres y mujeres a lo largo de toda la Iglesia Universal. Ellos tuvieron una clara prioridad en su vida: Jesucristo. Con esto la Iglesia ha reconocido oficialmente su testimonio de santidad y los reconoce como intercesores para nosotros.
Padre Celestial, concédeme por tu bondad y misericordia, la gracia…. que confiadamente imploro por intercesión de tu Siervo Félix de Jesús Rougier, incansable apóstol tuyo.
Dígnate, Oh Padre, ensalzar a tu Siervo, y hacer que a la luz de sus ejemplos aumente el número de sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares santos.