Oraciones al espíritu santo
Consagración al espíritu Santo
Félix de Jesús Rougier, msps
¡Oh Espíritu Santo! Recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser. Dígnate ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía y mi Fuerza.
Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones.
¡Oh Espíritu Santo! Transfórmame con María y en María, en Cristo Jesús, para gloria del Padre, aumento y santificación de los sacerdotes y salvación del mundo.
Amén.
Espíritu santo, espíritu de silencio
Espíritu Santo, Espíritu de Silencio.
Tú que eres el huésped silencioso de nuestra alma, Comunícanos el fervor de tu silencio.
Tú que obras tan eficazmente en el fondo de nosotros mismos, haznos encontrar el silencio de tu acción en profundidad.
Tú que quieres concentrar nuestra mirada y nuestro cariño, cierra nuestro corazón como nuestros labios a la disipación y, llévanos constantemente al centro de nuestra vida íntima.
Tú que haces oír tus sugestiones a media voz, ayúdanos a no sofocarlas por demasiadas palabras o pensamientos humanos.
Haz reinar en nosotros un silencio que te escuche, te ame, y te contemple.
Espíritu Santo, ora en nosotros, Y haznos exclamar: ¡ABBA, PADRE!
Tú que nos revelas tu presencia con discreción y no la entregas sino a las almas que saben callar, danos el gusto de tu silencio interior, que nos llene, nos purifique, nos construya, nos integre, nos conceda el gozo verdadero, y sepamos apreciar tu inefable proximidad.
Tú que quieres abrirnos a la contemplación de las cosas divinas, enséñanos a conservarlas en nuestro espíritu, por una atención amorosa a Ti.
Espíritu Santo, haz de nuestra alma un asilo de paz y de silencio para que Dios more plenamente.
Jaculatorias alespíritu Santo
1ª. SERIE
- ¡Espíritu Santo, poséeme y que yo te posea!
- ¡Espíritu Santo, sé tú el Alma de mi alma!
- ¡Espíritu Santo, que eres fuego, ¡incéndiame!
- Espíritu Santo, Dador de vida, ¡vivifícame!
- Espíritu Santo, fuerza de Dios, ¡transfórmame!
- Espíritu Santo, lazo de amor, ¡crea en nosotros y nosotras la unión y la paz!
- Espíritu Santo, ven, incéndianos, ilumínanos, acógenos para amarte más y más.
- Espíritu Santo, llena el mundo de tu amor y tu alegría.
- Espíritu Santo, recoge el dolor de la humanidad, y únelo al sacrificio redentor de Jesús.
- Espíritu Santo, fuente de toda pureza, comunícamela por medio del amor y de la cruz, y guarda mi cuerpo y mi alma, puros y sin mancha.
2ª. SERIE
- Padre, en nombre de Jesús, danos tu Espíritu.
- Espíritu Santo, concédeme la gracia de tenerte presente a lo largo de mi día.
- Espíritu Santo, que tu presencia espiritual me asista, que tu fuerza me sostenga, que tu recuerdo me aliente.
- Espíritu Santo, te ofrezco mis esfuerzos y trabajos como un acto de perfecta alabanza.
- Espíritu Santo, espiritualmente me postro aquí en el santuario de mi corazón donde Tú habitas.
- Espíritu Santo, concédeme la gracia de una amistad fuerte, íntima y amorosa contigo.
- Espíritu Santo, que eres lazo de unión entre el Padre y el Hijo, haz que vivamos siempre unidas por la caridad.
- Espíritu Santo, te adoro aquí en mi corazón; te amo y te bendigo.
- Espíritu Santo, te pido la gracia de que me hagas experimentar tu presencia, que es gozo y paz.
- Espíritu Santo, concédeme la gracia de vivir en constante diálogo contigo.
3ª. SERIE
- Espíritu Santo, haz que sólo a Ti te busque y sólo a Ti desee agradar.
- Espíritu Santo, que habitas en mi alma por la gracia, quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones.
- Espíritu Santo, que infundes en mí el don de la Fe, hazme alcanzar su perfecto desarrollo.
- Espíritu Santo, que me amas y deseas permanecer en mí, purifícame de todas mis imperfecciones.
- Espíritu Santo, que me posees, me santificas y me haces participar de la vida divina. Creo en Ti.
- Espíritu Santo, que trabajas calladamente en el fondo de mi ser, modélame según los deseos del Divino Padre, grabando en mí la imagen de Jesús.
- Espíritu Santo, fuente de Amor, derrámalo sobre mí, y en el mundo entero.
- Espíritu Santo, Promesa del Padre, derrama en nosotros la Esperanza.
- Espíritu de Amor, de Fuerza, de Pureza y Santidad, lléname de tu Divina Presencia.
- Espíritu Santo, realiza tu obra en mí.
4ª. SERIE
- Espíritu Santo, ven a mi corazón, purifícalo, transfórmalo.
- Espíritu Santo, penetra en lo más profundo de mi ser y concédeme una gran pureza de cuerpo y alma.
- Espíritu Santo, ilumíname, y dame sabiduría para que pueda tomar acertadas decisiones.
- Espíritu Santo, dame un corazón sensible a las necesidades de mis hermanas.
- Espíritu Santo, dame un oído atento a tus mociones e inspiraciones.
- Espíritu Santo, concédeme la gracia de “dejarme hacer” para que realices tu obra en mí.
- Espíritu Santo, concédeme hambre y sed de Dios.
- Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, danos el gozar de nuestra filiación divina.
- Espíritu Santo, haz que crezca cada día más, mi conocimiento y amor a Jesús.
- Espíritu Santo, concédeme luz para conocer tu Voluntad, y fortaleza para cumplirla.
- Espíritu Santo, concédenos ser fieles a nuestra vocación.
- Espíritu Santo, concédenos la coherencia de vida para atraer muchas almas a Ti.
- Espíritu Santo, concédenos ser signos de unidad y de amor.
- Espíritu Santo, derrama tus dones y tus frutos sobre el mundo entero.
Letanías al espíritu Santo
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Padre omnipotente, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo eterno del Padre y Redentor del mundo, sálvanos.
Espíritu del Padre y del Hijo y Amor infinito de uno y otro, santifícanos.
Trinidad Santísima, óyenos.
Espíritu Santo que procedes del Padre y del Hijo,
… ven a nosotros.
Promesa del Padre,
Don del Dios Altísimo,
Rayo de luz celeste,
Fuente de agua viva,
Espíritu de amor y de verdad,
Fuego abrasador,
Autor de todo bien,
Unción espiritual,
Caridad ardiente,
Espíritu de sabiduría,
Espíritu de entendimiento,
Espíritu de consejo y de fuerza,
Espíritu de ciencia y de piedad,
Espíritu del temor del Señor,
Espíritu de gracia y de oración,
Espíritu de paz y de dulzura,
Espíritu de modestia y de inocencia,
Espíritu consolador,
Espíritu santificador,
Espíritu que gobiernas la Iglesia,
Espíritu que llenas el universo,
Espíritu de filiación de los hijos de Dios,
Espíritu Santo, imprime en nosotros el horror al pecado,
… te rogamos óyenos.
Espíritu Santo, ven a renovar la faz de la tierra,
Espíritu Santo, derrama tus luces en nuestra inteligencia,
Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones,
Espíritu Santo, abrásanos en el fuego de tu amor,
Espíritu Santo, abre el tesoro de tus gracias,
Espíritu Santo, enséñanos a orar como se debe,
Espíritu Santo, ilumínanos con tus inspiraciones celestiales,
Espíritu Santo, concédenos la única ciencia necesaria,
Espíritu Santo, inspíranos la práctica de las virtudes,
Espíritu Santo, haz que perseveremos en la justicia,
Espíritu Santo, sé Tú mismo nuestra recompensa.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, envíanos tu Espíritu Santo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, derrama en nuestras almas los dones del Espíritu Santo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, infúndenos el Espíritu de sabiduría y devoción.
V/. Ven, oh Espíritu Santo, llena los corazones de tus hijos.
R/. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
OREMOS. Oh Dios, que con la luz del Espíritu Santo, enseñaste a los fieles la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
¡Oh espíritu Santo!
Don de Dios y fuerza de lo alto.
Fuente de agua brotante de vida eterna.
Desciende y mora en nuestros corazones.
Haznos verdaderos adoradores del Padre,
y testigos de Jesús, para llevar su nombre
hasta los confines de la tierra.
Por la comunidad (familia)
Espíritu Santo, fuente de armonía y de paz, bendice a todos los miembros de nuestra comunidad (familia).
Derrama sobre nosotros tu luz divina y el don insustituible de tu Amor.
Concédenos la gracia de aceptarnos y amarnos como Tú nos amas.
Regálanos una caridad tan grande y perfecta como lo exige la excelencia de nuestra vocación.
Caridad que no anda a la búsqueda del defecto ajeno, sino que, iluminada con el fuego del divino Amor, está pronta a perdonar cualquier error u ofensa.
Secuencia al espíritu Santo (1)
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres; ven, dador de las gracias; ven, lumbre de los corazones.
Consolador óptimo, dulce huésped del alma, dulce refrigerio.
Descanso en el trabajo, en el ardor tranquilidad, consuelo en el llanto.
¡Oh luz santísima! llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda, nada hay en el hombre, nada que sea inocente.
Lava lo que está manchado, riega lo que es árido, cura lo que está enfermo.
Doblega lo que es rígido, calienta lo que es frío, dirige lo que está extraviado.
Concede a tus fieles, que en ti confían, tus siete sagrados dones.
Dales el mérito de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales el eterno gozo. Amén.
OREMOS: Haz, Señor, te suplicamos, que nos abrase el Espíritu Santo con aquel fuego que Nuestro Señor Jesucristo envió a la tierra, y en el que tanto ansió verla inflamada, El cual vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Secuencia al espíritu Santo (2)
Ven, Espíritu Santo del Padre y del Hijo.
Ven, Espíritu de Amor, Espíritu de filiación.
Espíritu de paz, de confianza, de fuerza
y de santa alegría.
Ven, alegría oculta en las lágrimas del mundo.
Ven, vida victoriosa de la muerte en la Tierra.
Ven, Padre de los pobres.
Ven, socorro de los oprimidos.
Ven, luz de la eterna verdad.
Ven, amor que has sido derramado en nuestros corazones.
No tenemos nada que pueda obligarte,
pero por eso estamos más llenos de confianza.
Nuestro corazón teme ocultamente que vengas,
porque eres desinteresado y delicado;
porque eres distinto que él.
Pero la más firme promesa es que Tú vienes.
Así pues, ven todos los días. Confiamos en Ti,G
¿en quién podríamos confiar si no?
Te amamos porque eres el mismo Amor.
Por Ti tenemos a Dios como Padre,
porque Tú clamas en nosotros: “Abbá, Padre”.
Nos vivificas.
Te agradecemos que habites en nosotros,
que hayas querido ser el sello de Dios vivo en nosotros, el sello de su propiedad.
Quédate con nosotros. No nos dejes en la lucha amarga de la vida. No nos abandones al fin, cuando todo nos abandona.